5 cambios que transforman tu vida

Estudios e investigaciones demuestran que estos 5 hábitos implementados en tu vida tendrán un efecto positivo en tu salud y actitud:

Come más verduras y frutas: No es sorprendente que aquellos quienes casi nunca se enferman consumen alimentos de alta calidad, casi todos ricos en nutrientes. Por ejemplo: vegetales como el brócoli y platillos completos como el caldo de pollo, guisados caseros etc.

Por otro lado gustan de las frutas como la manzana, el limón y las fresas, ricas en vitamina C y antioxidantes. Así mismo está relacionado con una ingesta menor a azúcares refinados puesto que el azúcar suprime el sistema inmunológico.

Haz del descanso una prioridad: La gente con buena salud normalmente no se queda despierta muy tarde. Aunque en nuestra vida diaria cada vez resulta más difícil poder tener un descanso completo, este requisito parece ser la base de una salud que rejuvenece. Una persona sana descansa lo suficiente, entre 7 u 8 horas todos los días.

Mantén una actitud positiva: Nunca subestimes el poder de una actitud positiva. Está comprobado, estudios han demostrado que una perspectiva optimista te da una mayor inmunidad celular. Cuando cae el optimismo, también cae la respuesta inmune. La gente más sana tiene una tendencia a ver el lado positivo de la vida, no se agobian con pensamientos derrotistas pues sabe que esto le resta energía.

Haz un ejercicio que te guste: Cuando nos ponemos la meta de adelgazar rápido o nos hacemos el propósito de ir al gimnasio a diario, lo convertimos en un deber, en algo que “tenemos” que hacer. La gente naturalmente sana hace ejercicio porque lo disfruta. Y por eso es parte de una rutina tan natural como lavarse los dientes todos los días. Lo importante es encontrar una actividad que nos guste y nos rete sin causarnos agobio: Correr, crossfit, bailar, pilates, box, en fin el deporte o el ejercicio que hagas por placer y no a disgusto.

Sé más flexible: Las personas naturalmente sanas no llevan una vida perfecta. El secreto es buscar un balance. Se fijan
en lo que comen, evitan las cosas que saben les hacen daño y buscan los alimentos más nutritivos.

Son personas que no están obsesionadas con la perfección, por el contrario, se dan permisos de ciertos gustos de vez en cuando, pero la mayor parte del tiempo sus hábitos son buenos. 

En resumen:

Ser saludables es una cuestión de actitud y de hábitos. Hacer pequeños cambios te llevará a que poco a poco toda esta lista quede palomeada sin esfuerzo alguno. Comer bien por elección, hacer ejercicio por placer, descansar como prioridad y ser positivos para ser felices.

 Lic. Marlen Treviño.

Psicoterapeuta y Health Coach

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